Cómo identificar deficiencias nutricionales

Una alimentación balanceada es clave para mantener una buena salud, pero muchas veces, sin darnos cuenta, nuestro cuerpo empieza a mostrar señales de que algo falta. Las deficiencias nutricionales ocurren cuando el organismo no recibe o no absorbe adecuadamente uno o más nutrientes esenciales. Estas carencias pueden afectar desde nuestro nivel de energía hasta la salud de nuestra piel, cabello, y sistema inmunológico. Identificarlas a tiempo es fundamental para prevenir problemas de salud más graves a largo plazo.

Señales comunes de deficiencias nutricionales

Cada nutriente cumple funciones específicas en el cuerpo, por lo que los síntomas de una deficiencia varían según el nutriente afectado. Algunos signos frecuentes incluyen:

  • Fatiga constante: Puede ser indicio de falta de hierro, vitamina B12 o magnesio. Estas sustancias son esenciales para la producción de energía y el transporte de oxígeno en la sangre.
  • Piel seca o escamosa: Una deficiencia de ácidos grasos esenciales, vitamina A o zinc puede manifestarse a través de la piel.
  • Caída del cabello o uñas quebradizas: Puede estar relacionada con niveles bajos de hierro, biotina o proteínas.
  • Debilidad muscular o calambres: La falta de potasio, calcio o vitamina D puede provocar problemas musculares.
  • Irritabilidad o dificultad para concentrarse: Estos síntomas están ligados a la deficiencia de vitaminas del complejo B, especialmente B6 y B12.
  • Moretones o sangrado de encías: La vitamina C es fundamental para la salud de los vasos sanguíneos, y su deficiencia puede provocar encías sangrantes o facilidad para formar hematomas.

Causas comunes de las deficiencias

Las deficiencias nutricionales pueden deberse a una dieta inadecuada, trastornos digestivos que dificultan la absorción de nutrientes (como la enfermedad celíaca o el síndrome de intestino irritable), uso prolongado de ciertos medicamentos, o condiciones de salud como anemia o trastornos autoinmunes.

Además, etapas de la vida como el embarazo, la lactancia, la adolescencia o la vejez aumentan las necesidades nutricionales, lo que puede llevar a deficiencias si no se ajusta la alimentación.

¿Qué hacer si sospechas una deficiencia?

Si experimentas algunos de los síntomas mencionados de forma recurrente, lo recomendable es acudir a un profesional de la salud. Un médico o nutricionista puede solicitar análisis de sangre y evaluar tu dieta y estilo de vida para identificar carencias específicas.

No es aconsejable automedicarse con suplementos sin supervisión, ya que un exceso de ciertos nutrientes también puede ser perjudicial.

Escuchar al cuerpo es el primer paso para mantenernos saludables. Identificar una deficiencia nutricional a tiempo puede evitar complicaciones y mejorar notablemente tu bienestar. Adoptar una dieta variada, rica en frutas, verduras, proteínas, grasas saludables y cereales integrales, es la mejor forma de prevenirlas. Complementar con chequeos médicos regulares y una buena hidratación te permitirá mantener tu organismo en equilibrio.